Ivette Sosa
Tal parece que el hombre aún no entiende aquella frase que dice: “Puedes cambiar antes que sea necesario, o esperar a que sea demasiado tarde”.
¿Acaso ya es demasiado tarde? ¿Acaso el destino ya nos alcanzó? A unas cuantas semanas de iniciado el 2019, los patrones climáticos extremos han paralizado urbes y pueblos enteros de todo el planeta.
Mientras Chicago, en Estados Unidos se congela; Australia es un infierno terrenal, pues el clima extremo está rompiendo récords en el planeta durante el naciente año.
En nuestro vecino del norte, por lo menos unas 200 millones de personas se han enfrentado a una congelación histórica, al tocar, la onda gélida, los -32 grados centígrados. Fenómeno que ha dejado, en Estados Unidos, a por lo menos 21 muertos y provocado la cancelación de más de dos mil 300 vuelos.
En Minneapolis y Chicago, las autoridades conminan a los habitantes no salir, para evitar la congelación. En un hospital de Chicago, por ejemplo, los médicos tratan a por lo menos 50 víctimas por congelación. Algunos podrían perder alguna extremidad.
Los pasajeros se quedaron atrapados en pistas cubiertas de nieve en los aeropuertos de Manchester y Liverpool. Algunos vuelos en el aeropuerto Heathrow de Londres fueron cancelados.
En Francia también se registran fuertes nevadas, que han obligado a los galos a mantenerse dentro de sus casas.
INFIERNO EN LA TIERRA
Mientras que en EU y Europa se registran históricas temperaturas congelantes, la Oficina de Meteorología de Australia informó que enero fue el mes más caluroso del que se tiene registro en esa nación.
La ola de calor “sin precedentes”, derritió caminos y mató a miles de animales. En el Territorio del Norte se encontraron los cuerpos de docenas de caballos salvajes esparcidos a lo largo de un riachuelo que se secó. Y en Victoria, más de dos mil murciélagos murieron de estrés por calor.
INCENDIOS FORESTALES
En Tasmania se registraron docenas de incendios forestales, que destruyeron zonas silvestres, afectando flora y fauna endémica.
Los científicos advierten que sin una acción coordinada sobre el cambio climático, las olas (o islas) de calor se irán extendiendo.
DISMINUIR EMISIONES DE CARBONO
Ben Webber, profesor de ciencias climáticas de la Universidad de East Anglia, advierte que “urge disninuir las emisiones de carbono, pero como una acción global, no de manera local o aislada”.
Y advierte: De no controlar el clima extremo, debemos adaptarnos y minimizar el impacto que éste puede tener sobre nosotros.